sábado, 8 de septiembre de 2012


Persépolis


Persépolis (del griego Περσέπολις, Persépolis, literalmente «la ciudad persa»), en antiguo persa: Pars, en persa moderno: تخت جمشید, Tajt-e Yamshid «el trono de Yamshid», fue la capital del Imperio persa durante la época aqueménida. 
Se encuentra a unos 70 km de la ciudad de Shiraz, provincia de Fars, Irán, cerca del lugar en que el río Pulwar desemboca en el Kur (Kyrus) (http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png29°56′4″N 52°53′25″E / 29.93444, 52.89028). Su construcción, comenzada por Darío I, continuó a lo largo de más de dos siglos, hasta la conquista del Imperio persa por Alejandro Magno.

La primera capital del Imperio persa aqueménida fue Pasargada, pero hacia 512 a. C. el rey Darío I el Grande emprendió la construcción de este masivo complejo palaciego, ampliado posteriormente por su hijo Jerjes I y su nieto Artajerjes I. En 330 a. C., Alejandro Magno, en su campaña de Oriente, ocupó y saqueó Persépolis, incendiando el Palacio de Jerjes, para simbolizar quizá el fin de la guerra panhelénica de revancha contra los persas.

Construcción


Tras haber continuado la obra de Ciro II en Pasargada y paralelamente a los importantes trabajos de construcción emprendidos en Susa, Darío I decidió establecer una nueva capital; esta decisión es generalmente interpretada como una voluntad de distinguirse de la rama principal de los aqueménidas, a la que Pasargada estaba fuertemente ligada.
Darío eligió como emplazamiento para su nueva construcción la parte baja de la formación rocosa del Kuh-e Rahmat, que se convirtió así en el símbolo de la dinastía aqueménida. Hizo erigir la terraza, los palacios (Apadana, Tachara), las salas del Tesoro, así como las murallas.

Destrucción


El Imperio aqueménida.Protegida por su ubicación en el corazón del Imperio aqueménida, Persépolis no contaba con defensas sólidas. Además, la posición al pie del Kuh-e Ramât representa un punto flaco a causa del débil desnivel al este, entre la terraza y el suelo. Este lado estaba protegido por una muralla y por torres,.

Ciertos elementos arqueológicos corroboran sus juicios, pero su versión de la destrucción de la ciudad es discutida: Duruy la pone en duda pues «vemos que poco tiempo después de la muerte del conquistador, el sátrapa Paucestes sacrifica allí a las almas de Filipo y de Alejandro».Según Plutarco, Diodoro Sículo y Quinto Curcio Rufo, la caída de Persépolis fue seguida de la matanza de sus habitantes y del saqueo de sus riquezas.

Arquitectura


Los persas no poseían un bagaje arquitectónico propio: se trataba de un pueblo seminómada de pastores y jinetes. Ahora bien, desde su fundación por Ciro II, el imperio persa se dota de construcciones monumentales. 

Al principio, inspiradas en los pueblos conquistados, los arquitectos aqueménidas integran estas influencias y proponen rápidamente un arte original.

Escultura


La forma más conocida y más extendida de la escultura aqueménida es el bajorrelieve, expresándose particularmente en Persépolis. 

Decoran sistemáticamente las escaleras, los lados de las plataformas de los palacios y el interior de los vanos. Se supone igualmente que eran utilizados en la decoración de las salas hipóstilas.



Pintura


La utilización de colores ha sido desestimada, a menudo, debido a las numerosas alteraciones que sufren los pigmentos durante el tiempo. Intemperie, fragilidad de las capas, o perecibilidad de los pigmentos orgánicos, son las razones principales.
Plano de Persépolis.
El complejo palatino de Persépolis descansa sobre una terraza de 450 m por 300, y 14 m de alto, que presenta cuatro niveles de 2 m. La entrada desemboca en el nivel reservado a las delegaciones.

Escalera principal (o escalera de Persépolis)


El acceso a la terraza se hace por la fachada occidental, mediante de una escalera monumental, simétrica y de dos tramos divergentes que luego convergen. Este acceso, añadido por Jerjes, reemplaza el acceso original del sur de la terraza. La escalera se convierte entonces en la única entrada importante. 
Unos accesos secundarios pudieron existir en el tramo este, cuya altura era menor debido a la inclinación del suelo. Está construida con bloques macizos de piedra cortada y unidos por clavijas.

Puerta de todas las Naciones


La Puerta de todas las naciones, o Puerta de Jerjes, fue construida por Jerjes I, hijo de Darío. La supuesta fecha de su construcción es 475 a. C. La entrada occidental, guardada por dos toros colosales que componen los montantes, mide 5,5 m de alto y es de inspiración asiria. Da sobre un vestíbulo central de 24,7 m². Bordean los muros bancos de mármol.

Vía de las procesiones y Puerta inacabada

Bordeando de oeste a este la parte norte de la terraza, la vía de las procesiones lleva de la puerta de todas las naciones a una construcción similar: la Puerta inacabada, también llamada el Palacio inacabado, llamada así porque no estaba acabada cuando la destrucción del sitio por Alejandro. Esta puerta se encuentra en al ángulo nordeste de la terraza, y tiene cuatro columnas. Desemboca en un patio que se abre sobre el Palacio de las 100 columnas.

Apadana (o Sala de audiencias de Darío)

La Apadana fue construida por Darío el Grande. La fecha del comienzo de su erección sería 515 a. C., según dos tablillas de oro y de plata encontradas en los cofres de piedra insertados en los cimientos. Darío había hecho grabar su nombre y el detalle de su imperio. La construcción duró mucho tiempo y sería sido acabada por Jerjes I.

Palacio

El palacio tiene un plano cuadrado de 60,5 m de lado. Consta de 36 columnas de las que 13 están aún en pie. Las columnas, de cerca de 20 m de alto, fueron erigidas probablemente por medio de rampas de tierra que permitían llevarlas luego de colocar las piedras a la altura querida. Las rampas debían ser elevadas a la vez que el avance de las columnas, después la tierra era evacuada.

Escalera este

Cubierta por los restos del tejado incendiado de la Apadana, la escalera este está muy bien preservada. Se divide en tres entrepaños (norte, central, y sur) y en triángulos bajo los escalones. El entrepaño norte muestra la recepción de persas y medos. El entrepaño sur muestra la recepción de personajes que proceden de las naciones sometidas.

Esclavitud, Idolatria de la Biblia.


Esclavitud
El mercado de esclavos (c. 1884), pintura de Jean-Léon Gérôme.
Cédula de identificación personal o "carné de identidad" de un esclavo de color negro de 10 años de edad llamado Benito Criollo, de oficio siervo y con destino en La Habana

La esclavitud es una institución jurídica que conlleva a una situación personal por la cual un individuo está bajo el dominio de otro. El fenómeno de la esclavitud se remonta a determinadas civilizaciones antiguas. Históricamente se ha demostrado que su existencia deriva de la práctica de aprovechar la mano de obra de los cautivos en las guerras, a diferencia de la práctica más remota de sacrificarlos. La esclavitud es una actividad económica mientras que el esclavismo es la ideología que la sustenta.
Los más claros ejemplos de esclavitud modernos son la colonización de América o en épocas más antiguas las prácticas del antiguo Imperio romano consecuentes de la institución denominada apremio individual, además de los planteamientos políticos de la Grecia Antigua donde el mismo Aristóteles sostiene que la esclavitud es un fenómeno natural.
El Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y de su Abolición se celebra el 23 de agosto, mientras que el Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud se celebra el 2 de diciembre. Desde la perspectiva contemporánea la esclavitud es un crimen de Lesa Humanidad y su prohibición está recogida en tratados internacionales aunque la práctica sigue dándose culturalmente en determinados países: como la India, Sudán, Mauritania y en otros bajo ciertas condiciones a menudo excepcionales como es el caso de las fuerzas productivas infantiles en el Sudeste asiático o determinado tipo de prostitución en todo el mundo (véase Esclavitud en la actualidad).
Por extensión se entiende por esclavitud la condición de personas sujetas a los designios de otras sin opción a réplica, discrepancia, decisión o protesta.
idolatrias de la biblia


Introducción
Algo que tienen en común todas las sectas protestantes es que todas nos identifican como idólatras, para muchos hermanos separados idolatría es el tarjetón de los católicos y muy seguido se nos llama así. Esperemos que esto sea por ignorancia, y no por malas intenciones, pues no saben distinguir entre lo que es adorar y lo que es rendir homenaje, que es lo mismo que venerar. Pues a ningún católico se le ha enseñado que hay otro Dios aparte del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, por lo que la Iglesia Católica condena explícitamente la idolatría (tener otros dioses) así como el desvío de la fe. El llamarnos idolatras es una ofensa que a ningún hijo de Dios le gusta escuchar.
¿Qué es Adorar?
La adoración es algo que se le debe sólo a Dios. Un culto de adoración es reconocer que Dios es creador y único. La adoración es hacernos nada ante nuestro creador, reconociendo que Dios es todopoderoso, y solo él es digno de nuestra adoración.
Adorar: Reverenciar con sumo honor o respeto a un ser, considerándolo como cosa divina. || Reverenciar y honrar a Dios con el culto religioso que le es debido.
Rm 1,25... Ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, adorando y dando culto a criaturas en lugar de Dios…
Adorar y venerar (honrar) no son sinónimos pues no significan lo mismo.
Venerar: Respetar en sumo grado a alguien por su santidad, dignidad o grandes virtudes, o a algo por lo que representa o recuerda.
Los católicos le renden homenaje o veneran, a:


Respetan:
- Las reliquias de algún santo.
- Los lugares de oración (Templos) (Mt 21,13).
- Las imágenes religiosas por lo que representan, no por lo que son (Barro, Mármol, Piedra…).
El rendir homenaje a alguien no está prohibido por Dios, por ejemplo:
*       Indiscutiblemente Dios le rindió homenaje a María (Lc 1,28) (Lc 1,42).
*       Jesús le rindió homenaje a Pedro (Mt 16,17).
*       Jesús le rindió homenaje a Juan el Bautista (Lc 7,28).
*       Pablo alabó a los corintios (1 Co 11,2).
*       Pablo honró a los hebreos (Hb 3,1).
 Sabes qué es la idolatría?
La idolatría es la costumbre pagana de fabricar estatuas, o hacer imágenes con el fin de adorarlos o tenerlos por dioses, o confiar en ellos. La idolatría está prohibida en la Biblia. La religión de los hebreos era monoteísta; creían en la existencias de un solo Dios no representado en imágenes. El segundo mandamiento de la Ley de Dios dice: No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que está arriba en los cielos, en la tierra, ni debajo de la tierra. No te inclinarás delante de ellas ni la honrarás, porque yo Jehová, soy un Dios celoso. Éxodo 20: 4. Los israelitas tuvieron este pecado de adorar a otros dioses (politeísmo), y tener imágenes de ellos. Las escrituras, hablando de las imágenes dice: Los ídolos de las naciones son plata y oro, hecha de manos de hombres. Tienen boca y no hablan, tienen ojos y no ven, orejas tienen y no oyen; tienen narices y no huelen; manos tienen mas no palpan; tienen pies y no andan. No hablan con su garganta. Semejante a ellos son los que lo hacen, y cualquiera que confía en ellos. Derecho están como palmera y no andan. Son llevados porque no pueden andar. No tengas temor de ellos porque ni pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder. Salmo 115: 3-8 Jeremías 10: 4,5La iglesia cristiana cayó también en este pecado de idolatría. Cuando Constantino “se convirtió al cristianismo”, decretó como religión oficial del imperio romano, el cristianismo; las gentes que tenían sus dioses representados por imágenes, les quitó el nombre de ellos y los cambió por el nombre de santos. Esta iglesia cristiana idólatra, se conoce actualmente como la Iglesia Católica Romana.


La Biblia dice que los idólatras serán lanzados al Lago de fuego en el juicio final.

Ciro y La Biblia

Ciro y la Biblia


CIRO ¿EL MESIAS?
Ciro fue Rey de Persia (559-529 a.C.). El reino de Ciro se extendió 3220 kilómetros (el más grande imperioentonces conocido) e incluía los territorios de los imperios Asirio y Babilónico. Llegó a formar un gran imperio.Luego venció a Creso, rey de Lidia, famoso en la historia por sus riquezas. Se distinguió por una política detolerancia religiosa hacia los pueblos vencidos.
Imagen de Ciro grabada en una piedra
Las obras que realizó Ciro y que le permitieron ser un grande entre los grandes:

No esclavizó a la gente después de conquistar a babilonia

Se presentó como un liberador, no como un conquistador

Liberó a los judíos de 60 años de esclavitud

Permitió que 40,000 exiliados volviesen a palestinaLa biblia menciona a Ciro en sus libros, entre algunos de ellos están:

Isaías (capítulos 45,1) en este libro se le llama Ungido (Mesías) a Ciro.

Esdras (capítulo 1 versículos 2-4) se presenta una versión del edicto de Ciro que pone fin el exilio judío en Babilonia.

Daniel posee varias referencias a Ciro.

El Segundo libro de las Crónicas (36, 22-23) presenta otra versión del edicto de Ciro.
Esdras (1, 2-4)
2. «Así habla Ciro, rey de Persia: Yahveh, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra. Él meha encargado que le edifique una Casa en Jerusalén, en Judá.4. A todo el resto del pueblo, donde residan, que las gentes del lugar les ayuden proporcionándoles plata, oro,hacienda y ganado, así como ofrendas voluntarias para la Casa de Dios que está en Jerusalén.»
Crónicas (36, 22-23)
22. En el año primero de Ciro, rey de Persia, en cumplimiento de la palabra de Yahveh, por boca de Jeremías,movió Yahveh el espíritu de Ciro, rey de Persia, que mandó publicar de palabra y por escrito en todo su reino:23. «Así habla Ciro, rey de Persia: Yahveh, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra. Él meha encargado que le edifique una Casa en Jerusalén, en Judá. Quien de entre vosotros pertenezca a su pueblo,¡sea su Dios con él y suba!»
Daniel (10,1)
1. El año tercero de Ciro, rey de Persia, una palabra fue revelada a Daniel, por sobrenombre Beltsassar.Palabra verdadera: gran lucha. El comprendió la palabra; le fue dada en visión su inteligencia.La Biblia dice en
Isaías 45,1
: "
Así dice Jehová a su ungido
, al cual tomé yo por su mano derecha, para sujetarnaciones delante de él y desatar lomos de reyes; para abrir delante de él puertas, y las puertas no se cerrarán". Ahí a Ciro se lo llama mesías, es decir, el ungido. La traducción griega de esa palabra hebrea, mashiach, esChristos, de donde deriva nuestro término Cristo. Entonces, se puede afirmar que a ese antiguo rey persa se lollamaba Cristo. Este es el único lugar en la Biblia donde se le llama " ungido" a un gobernante gentil. Es decir,Ciro es el único gentil llamado Mesías por la biblia.La biblia tiene a Ciro como un Mesías, entonces cabe la posibilidad de pensar que el Mesías único del que senos ha hablado desde pequeños, no es tan único.





Asimismo, el libro del profeta Isaías menciona en capítulo 44 y 45:


Esto es lo que ha dicho Jehová a su ungido, a Ciro, a quien he asido de la diestra, para sojuzgar delante de él naciones, para que yo desciña hasta las caderas de reyes; para abrir delante de él las puertas de dos hojas, de modo que las puertas mismas no estén cerradas: “Delante de ti yo mismo iré, y enderezaré las protuberancias del terreno. Las puertas de cobre haré pedazos, y cortaré las barras de hierro.
 De la Puerta de Ishtar sólo se conserva la parte baja. Lado vitrificado. Los colores son muy llamativos y en relieve. Tenía una doble puerta, la parte exterior más baja y la interior más alta. Disponía de un solo arco de medio punto y remataba en almenas.Esta puerta no era maciza, pues tenía dependencias en el interior.
Como podemos ver en los capítulos de la Biblia anteriores, los profetas ya habían dado muchos detalles sobre la caída del imperio babilónico. Entre ellos, los siguientes:
- El nombre del rey comandante que conquistaría Babilonia sería Ciro 
- Este comandante atravesaría las puertas de dos hojas que poseía Babilonia como medio de defensa
- El profeta Daniel también menciona el nombre de Darío, el rey medopersa que tomó Babilonia junto con Ciro.
- Se menciona que provenía del nacimiento del sol, haciendo ver su procedencia geográfica
- El profeta Jeremías menciona que las aguas de Babilonia tendrían que secarse
- Las puertas de la ciudad se dejarían abiertas


Pues bien, ¿se cumplieron esos detalles de las profecías?

 Bueno, tanto la Biblia como la historia corroboran que efectivamente fue Ciro II el comandante y rey persa que se encargó de la conquista de Babilonia en el año 539 antes de Cristo.
 En las palabras proféticas inspiradas registradas por Isaías concerniente a la restauración de Jerusalén y su templo se hizo mención de este gobernante persa como aquel que Jehová Dios había designado para derrocar a Babilonia y liberar a los judíos exiliados. (como ya mencioné citando del libro de Isaías 44:26–45:7.) Aunque esta profecía se registró más de un siglo y medio antes de que Ciro subiera al poder, y pese a que la desolación de Judá evidentemente tuvo lugar antes de que siquiera hubiera nacido, Jehová declaró que Ciro actuaría como su “pastor” a favor del pueblo judío. (Isaías 44:28; compárese con Romanos 4:17.) En virtud de este nombramiento por anticipado, se llamó a Ciro el “ungido” de Jehová (una forma de la palabra hebrea ma
schíaj, mesías, y de la palabra griega kjristós, cristo). (Isaías 45:1.) El que Dios ‘le llamara por su nombre’ (Isaías 45:4) 

Génesis Capítulo 17, verso 12:
A los ocho días de edad será circuncidado todo varón entre vosotros, de generación en generación, tanto el nacido en casa como el comprado por dinero a cualquier extranjero que no sea de tu linaje.
En este pasaje Dios entiende que las personas compran otras personas y, obviamente, está de acuerdo con ese concepto. Dios quiere que los esclavos sean circuncisados de la misma manera que los que no son esclavos.

Éxodo Capítulo 12, verso 43-45:
El Señor les dijo a Moisés y a Aarón:
Éstas son las normas para la Pascua: Ningún extranjero podrá participar de ella. Podrán participar de ella todos los esclavos que hayas comprado con tu dinero, siempre y cuando los hayas circuncidado antes. Ningún residente temporal ni trabajador a sueldo podrá participar de ella.
Dios nuevamente muestra que se siente cómodo con el concepto de esclavitud y señala a esclavos individualmente para darles un tratamiento especial.
Éxodo Capítulo 21, verso 1-6:
Éstas son las leyes que tú les expondrás:
Si alguien compra un esclavo hebreo, éste le servirá durante seis años, pero en el séptimo año recobrará su libertad sin pagar nada a cambio.
Si el esclavo llega soltero, soltero se irá. Si llega casado, su esposa se irá con él. Si el amo le da mujer al esclavo, como ella es propiedad del amo, serán también del amo los hijos o hijas que el esclavo tenga con ella. Así que el esclavo se irá solo.
Si el esclavo llega a declarar: “Yo no quiero recobrar mi libertad, pues les tengo cariño a mi amo, a mi mujer y a mis hijos” , el amo lo hará comparecer ante los jueces,[a] luego lo llevará a una puerta, o al marco de una puerta, y allí le horadará la oreja con un punzón. Así el esclavo se quedará de por vida con su amo.
Aquí Dios describe como convertirse en un esclavo de por vida, y muestra que es completamente aceptable separar a esclavos de sus familias. Dios también muestra que fomenta completamente la marcación de esclavos mediante la mutilación.
Éxodo Capítulo 21, verso 20-21:
Si alguien golpea con un palo a su esclavo o a su esclava, y como resultado del golpe él o ella muere, su crimen será castigado. Pero si después de uno o dos días el esclavo se recupera, el agresor no será castigado porque el esclavo era de su propiedad.

Jardín del Edén - El Paraíso original


En el libro del Génesis, el relato de la creación de Adán y Eva, su desgracia y su expulsión final del paraíso que Dios había dispuesto para ellos en la tierra ocupa el centro de las tradiciones judía y cristiana. La idea del Jardín del Edén ha hechizado la imaginación creativa de generaciones de pintores y escritores a través de los siglos.

El jardín más famoso del mundo era idílico, abundante en agua y alimentos. Adán y Eva tenían por compañía a “todas las bestias del campo y aves del cielo”. Los árboles ofrecían amplia sombra y un animado río recorría el terreno; una vez fuera se dividía en cuatro cauces: Pishón, Gilón, Tigris y Éufrates. Pero es todo lo que sabemos de él; su forma, tamaño y situación nos son desconocidos. El único árbol cuya presencia puede ser inferida con relativa certidumbre es la higuera, aunque tradiciones posteriores identificaron a la palmera con el árbol de la vida, y al árbol de la ciencia del bien y el mal, con el platanero.

Siempre se ha dado por supuesto que el Jardín estaba cerrado, aunque ello puede deberse a que el término paradisos, versión griega del Jardín del Edén, significa “terreno cercado”. Con estos escasos elementos, poetas y pintores, comentaristas y teólogos vislumbraron imágenes del Edén, sirviéndose a menudo de otras tradiciones para completar sus propias interpretaciones.

Quizá el relato más antiguo sobre un paraíso tal date del segundo milenio antes de Cristo. El
“Dilmun” sumerio, situado donde sale el sol, era la morada de los dioses, donde el dolor, la enfermedad y la vejez no existían, donde “el graznido de los cuervos no podía oírse”. Referencias más específicas a un jardín mágico (más parecido, sin embargo, al “jardín de Dios” del libro de Ezequiel que al Edén del Génesis) se hallan en la Epopeya de Gilgamesh, también sumeria. En ella, el héroe viaja a la cima de una montaña, “jardín de los dioses”, donde los matorrales relucían de gemas, los frutos eran de cornalina y las hojas de lapislázuli.

Las descripciones no bíblicas que más influyeron en las visiones cristianas posteriores del paraíso fueron las de los poetas clásicos. En el siglo VIII a.C., el poeta épico griego Homero describió un lugar al que llamó Elíseo, situado en el extremo del mundo y carente de nieves y vientos, sólo recorrido por una suave brisa. Contemporáneo de Homero, el poeta Hesíodo, en cambio, puso el acento en una existencia idílica, más que en el lugar mismo, y evocaba una era dorada en que la gente vivía en paz. Como Adán y Eva antes de la caída, nunca envejecían y, libres de fatigas, vivían de la abundancia de los frutos del lugar.

Homero y Hesíodo, así como los poetas romanos Virgilio y Ovidio, influyeron en la visión del
jardín desde los inicios del cristianismo hasta más allá del Renacimiento. Por ejemplo, en su obra épica “El Paraíso Perdido”, el poeta inglés John Milton (1608-1674) describió el Jardín del Edén con detalles vivos. Era una meseta amurallada sobre una montaña escarpada y boscosa, adonde se llegaba por un empinado sendero. Plantas aromáticas como el mirto y el bálsamo perfumaban el aire, pleno de cantos de aves; los árboles ofrecían sombra, las fuentes y arroyos brindaban agua de sobra. El genio de Milton consistió en tomar fuentes bíblicas y no bíblicas para crear un conjunto coherente. La perpetua primavera del jardín y sus fértiles suelos procedían notoriamente del Elíseo clásico.

El jardín como banquete para los sentidos es uno de los rasgos del paraíso islámico, que, a diferencia del Jardín del Edén, se halla en el cielo, no en la tierra. Según el Corán, los musulmanes perseverantes serán recompensados en la otra vida con jardines de ubérrimas fuentes y manantiales, umbrosos árboles y cómodos divanes para recostarse. Ataviados con túnicas verdes de seda, los elegidos disfrutarán de alimentos en platos de plata servidos por vírgenes “tan bellas como corales y rubíes”.

En tanto que los estudiosos islámicos se ocupaban en recrear el paraíso en la tierra construyendo idílicos jardines, hasta la Edad Media los cristianos se obsesionaron con la idea de hallar el Jardín del Edén. Unos creían que había sido destruido por el Diluvio; otros, que había sobrevivido gracias a su enclave sobre una montaña. También se decía que estaba en una isla de Oriente: Sri Lanka fue su sede predilecta.

A medida que el globo era cartografiado sin señales del Jardín, los eruditos volvieron al Génesis
en busca de claves sobre su paradero. Mesopotamia (nombre antiguo de Irak) surgió como el punto de partida evidente, dado que el Tigris y el Éufrates, que fluyen por la región, son mencionados en la Biblia. Pero Mesopotamia es muy extensa, y los otros dos ríos, Pishón y Gilón, no pudieron ser encontrados, así que no ayudaron a localizar con precisión el Jardín. Jerusalén y el Gólgota, donde Jesús fue crucificado, también fueron asociados con el Jardín. Puesto que Jesús era interpretado como el segundo Adán, resultaba satisfactorio vincular el lugar de su muerte con el sitio del que éste fue desterrado.

Se cree que la imposibilidad de dar con el Jardín del Edén fue lo que impulsó a los cristianos a seguir los pasos del Islam e intentar recrearlo. Para ello se basaron en la Biblia y los clásicos, no en el Corán, y, efectivamente, en los siglos XVI y XVII lograron forjar el paraíso en la Tierra en los jardines botánicos de Papua, París, Oxford y muchos otros lugares.